Management

 

Establecer metas realistas.

Los mejores gerentes tienen la habilidad de establecer metas que sean realistas y motivadoras. Tienen olfato para diferenciar entre un objetivo estricto, que motivará un alto nivel de rendimiento, y un objetivo inalcanzable, que pondrá a la gente en una cinta de correr, con el gerente empujando.

Tiene que poder medir el éxito para que sus metas sean útiles.

Los grandes gerentes saben que una meta bien definida es la mejor manera de enfocar el esfuerzo y generar responsabilidad. Pero el simple hecho de que una meta esté bien definida no significa que sea realista. Al establecer metas, los gerentes pueden usar una fórmula simple: Establecer metas que sean tanto específicas como extensas.

Un objetivo específico es aquel que se describe claramente y es fácil de entender. Una meta amplia es aquella que presenta un desafío, una oportunidad para crecer y una oportunidad para lograr algo extraordinario. Los mejores objetivos son tanto específicos como extensos.

Para ayudar a establecer metas realistas, los gerentes deben considerar tres factores clave: el nivel de esfuerzo; la cantidad de tiempo disponible; y hasta qué punto el objetivo es coherente con la estrategia, la estructura y la cultura actuales de la organización.

Establezca metas realistas; no ponga el listón demasiado alto para su equipo.

Esto no quiere decir que todos los objetivos deben ser 100% realistas. A menudo es útil darles a los empleados objetivos ambiciosos para motivarlos y animarlos a esforzarse. Al establecer metas ambiciosas, los gerentes dicen: “Sé que puedes hacer esto y, por Dios, quiero que lo hagas”. Sin embargo, para hacer esto bien, los gerentes también deben estar dispuestos a reconocer que no se pueden lograr todos los objetivos. Reconocer la posibilidad de falla es una parte importante del proceso. Los gerentes también deben estar dispuestos a ofrecer apoyo a quienes no logran sus objetivos.

 
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  Foto por Skitterphoto.