
10 buenas prácticas comerciales para el personal
Algunas buenas prácticas para que las personas se sientan mejor tratadas en las empresas.
Las empresas que pretenden ser competitivas en el mundo actual deben tener en cuenta que el principal activo que tienen son las personas que trabajan en ellas. No importa si es una empresa tradicional o una dedicada a las nuevas tecnologías, las personas siempre serán la base de las empresas y esto es así porque son las personas las que aportan su esfuerzo al día a día de la empresa y son los principales impulsores de cambios en la organización empresarial. Las empresas deben cuidar a su personal para que se sientan impulsadas en todo momento a dar lo mejor de sí mismas y esto solo ocurre cuando las personas se sienten cómodas dentro de la organización a la que pertenecen.
Las empresas deben generar suficiente confianza en las personas para que no sean reacias a los cambios que puedan ocurrir en su interior y, en cambio, se sientan impulsadas a aportar su granito de arena a cualquier proceso de mejora que pueda surgir dentro de la empresa.
Las empresas siempre deben tratar de desarrollar el talento de las personas que allí laboran, para que se sientan realizadas y que el talento redunde en beneficio de la propia empresa y no termine migrando a otra empresa donde esa persona crea que puede ser más valorada. o tratado mejor.
Por eso las buenas prácticas para el personal son tan importantes dentro de una organización. A continuación vamos a proponer algunas buenas prácticas para que las personas se sientan mejor tratadas en las empresas.
Establecer medidas de conciliación para mantener el equilibrio entre la vida laboral y personal, flexibilizar los horarios, otorgar permisos para atender necesidades personales o familiares cuando sea necesario y tener en cuenta la situación socio-familiar de cada persona es algo fundamental para mejorar la satisfacción de un personal de la empresa.
Fomentar al personal, elogiar su trabajo bien hecho y, en general, reforzar todos los aspectos que puedan mejorar su satisfacción, entendiendo que esta no se basa únicamente en hechos materiales como el salario o la categoría laboral, es algo básico para el éxito del personal y la empresa para la que trabaja.
Las empresas deben valorar la experiencia del personal más veterano y aprovecharla para que este personal se involucre con los más recientes en la empresa, ayudándoles a integrarse en ella y ser partícipes de la cultura corporativa. Nunca ignore las contribuciones de los recién llegados simplemente porque lo son.
Debemos aprovechar el talento de cada persona para ponerlos en el trabajo que mejor les permita desarrollar ese talento, potenciar la creatividad y, así mismo, promover el clima de confianza necesario para que las personas que laboran en una empresa se sientan impulsadas a comunicar todo. aquellas ideas o propuestas de mejora que puedan surgir en un momento dado.
Cuidar la ergonomía de los lugares de trabajo y promover hábitos saludables en el trabajo (descansos, cuidar la salud visual, prevenir el estrés, promover buenos hábitos posturales) es fundamental ya que se ha demostrado que la condición física está íntimamente relacionada con el estado emocional de la persona.
Fomentar el espíritu de compañerismo y evitar “agravios comparativos” a través de una fórmula sencilla: ser imparcial y, sobre todo, transparente en la toma de decisiones que puedan afectar las condiciones laborales del personal. Escuche a todos por igual para que nadie se sienta infravalorado. Todas las opiniones importan, todas las opiniones importan.
Conocer las necesidades formativas del personal de la empresa y facilitar que pueda realizar los cursos necesarios para reciclarse profesionalmente sin que ello implique una carga de trabajo adicional.
Conseguir que el personal de la empresa vea siempre la aplicación de nuevas tecnologías y metodologías como algo que conllevará una mejora en su desempeño y desempeño y, por tanto, en su “carga de trabajo”, es necesario tener en cuenta que las personas siempre son reacias a cambiar y por ello es necesario demostrar que estas nuevas metodologías no solo tienen como objetivo incrementar los beneficios de la empresa sino también “hacer la vida más fácil”.
Haga que las pausas y los tiempos de descanso sean también “productivos” permitiendo que varios compañeros compartan ese tiempo de descanso para relajarse y comunicarse, compartir impresiones e ideas alrededor de un café sin sentirse “observados” o “controlados”.
Que la tan comentada “Cena de Navidad” no es la única ocasión en la que el personal de una empresa puede estar juntos para compartir un momento de ocio y esparcimiento. La realización de actividades after hours y espacios de trabajo en los que todos puedan participar (excursiones, visitas culturales) contribuirá a fomentar el espíritu de equipo, el compañerismo y, por tanto, la compañía.
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