
Mejores prácticas para transformar una empresa
Para lograr una transformación exitosa, las empresas deben dar cuatro grandes pasos y adoptar las mejores prácticas.
Cuando irrumpe en el entorno una nueva variable que interrumpe el funcionamiento de una organización, o cuando se producen cambios bruscos en el entorno regulatorio, se evidencia la debilidad de algunos modelos de negocio y la necesidad de intervenir con respuestas oportunas. El entorno competitivo que impera en el mundo empresarial actual, empuja a las organizaciones a cuestionar constantemente su modelo operativo y a implementar una estrategia competitiva con procesos de transformación para ganar competitividad y agilidad en mercados cambiantes.
La transformación empresarial constituye un desafío a gran escala para una empresa, que debe contar con el compromiso de Gobierno Corporativo, el apoyo de todas las áreas de negocio y el apoyo de las Tecnologías de la Información. Para lograr una transformación exitosa, las empresas deben dar cuatro grandes pasos y adoptar las mejores prácticas:
En principio, la empresa tiene que preguntarse qué quiere ser y hasta dónde espera llegar. La respuesta se logra estudiando el posicionamiento actual y las demandas de clientes, proveedores, empleados o autoridades con el fin de definir cómo satisfacerlas. También es necesario identificar los cambios necesarios para realizar la transformación y las áreas críticas para lograr los objetivos.
La empresa debe preguntarse si es necesario un gran proyecto de transformación, si es el momento adecuado y si es una transformación que necesita ahora para conseguir los objetivos que se persiguen.
La mayoría de las empresas pueden lograr la visión estratégica correcta, pero la ejecución, una fase crucial, suele ser la parte más difícil:
más del cincuenta por ciento de las empresas no logran los resultados esperados
Según la Transformation Survey, realizada en más de 900 empresas a nivel mundial por KPMG en los Estados Unidos y la revista Forbes.
Las organizaciones a menudo subestiman la importancia de establecer un modelo operativo que logre el impacto necesario en las personas, los procesos, la tecnología, la gestión de la información y la gestión de riesgos. Algunos de los desafíos a considerar incluyen nuevas partes interesadas, como los ejecutivos de riesgo y cumplimiento, que no han estado expuestos a roles transformadores en el pasado, pero que han ganado importancia debido a los nuevos requisitos regulatorios.
La tarea de ejecución recae en la capacidad de la organización para estandarizar los tres factores de transformación - personas, procesos y tecnología - hacia un objetivo común, que es la estrategia de la empresa.
Es fundamental establecer la cultura del cambio como un concepto que facilita la implementación de nuevos procesos y tecnologías, al tiempo que promueve una visión innovadora. Es la forma de seguir moviéndose y alinearse con la estrategia. Promover una cultura de innovación fortalecerá la idea de que el cambio debe asumirse como un proceso constante y absolutamente necesario, del que puede depender la supervivencia o desaparición del negocio.
¿Cómo enganchar a un consumidor final que cambia rápidamente los patrones de consumo? El cliente suele ser el objetivo al tomar la decisión de implementar una transformación. En las organizaciones que venden servicios (bancos, aerolíneas o compañías telefónicas, por nombrar algunas), la transformación es aún más importante que en otras industrias, como la manufactura. Esto se debe a que los modelos caducan más rápido, hay mayor exposición a un competidor que ajusta las reglas y por el gran impacto que tiene el resultado de la transformación en el servicio que recibe un cliente.
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Foto por Rodolfo Clix.
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